Entrevista a Laura Lucas

La Huella Románica: ¿Cómo surge la idea de crear este proyecto??

Laura Lucas: La idea siempre ha estado ahí…El arte y yo siempre hemos sido uno pero a raíz de hacer el máster de didáctica del patrimonio y el trabajo de investigación fin de máster me di cuenta que el concepto de patrimonio va mucho más allá que los bienes artísticos. El patrimonio es todo objeto material o inmaterial que nos da información histórica. Son el testimonio de nuestros antepasados, por tanto, conocer las características de la cultura en la que estamos inmersos es tanto como conocernos a nosotros mismos; lo mismo sucede en sentido inverso: conocernos para conocer nuestra cultura. Por otro lado, no se puede cerrar los ojos a la diversidad. La diversidad no es una desgracia, ni una lacra, ni un lastre, ni un problema o maldición. Hay que considerar la diversidad como una ocasión de enriquecimiento, una oportunidad de aprendizaje. Afortunadamente somos diferentes. El objetivo de este programa educativo es facilitar la libre accesibilidad. El sujeto siente que pertenece a esa cultura cuando ésta le tiene en cuenta. Cuando requiere de su participación, de su ilusión. Y a la vez, la cultura necesita del sujeto para reconstruirse y perpetuarse. Todos somos necesarios y esto se ve muy bien en el patrimonio. La educación patrimonial es un proceso que debe formar parte del individuo a lo largo de toda la vida, tanto en los procesos de educación formal como en la educación no formal e informal. Un proceso necesario en la búsquedas del pleno desarrollo integral del sujeto, de sus capacidades y en todas sus dimensiones descritas por la filosofía (dimensión afectiva, social, espiritual, intelectual e interpersonal), para ayudar al individuo a desarrollarse plenamente en todas sus potencialidades, generando un proceso de apropiación e inserción en su medio social y en los procesos de conocimiento, comprensión, valoración, cuidado, disfrute y difusión de aquellos objetos materiales e inmateriales y aspectos intangibles heredados de su cultura, y para la configuración de las identidades individual y social, la conservación y valoración de los mismos. .

La Huella Románica: ¿Qué actividades has realizado hasta el momento con los chicos de la Fundación San Cebrián?

Laura Lucas: La primera actividad fue en el museo arqueológico. Allí cada uno era un personaje de la sociedad romana y después de buscar los objetos propios de su día a día, los chicos imaginaron a través de estos objetos cómo era el día a día de un panadero romano, de una domina, de un tabernero, de un constructor, etc…Aprendimos tanto como nos divertimos.Después coincidiendo con las Navidades fuimos a ver nuestra “mini ruta de belenes” pero desde una óptica diferente. A nosotros nos gusta preguntarnos el por qué de las cosas, queríamos saber si la Navidad siempre se ha celebrado como la celebramos hoy día, si antes de Cristo ya había Navidad, cómo se celebraba, por qué se celebraba…La mayoría de nosotros jamás reflexionamos acerca de por qué creemos lo que creemos o hacemos lo que hacemos. Vivimos en un mundo lleno de costumbres, pero pocos buscamos alguna vez entender su origen. Generalmente las aceptamos sin cuestionar. Mi intención con estas preguntas no era cuestionar el cristianismo ni sus costumbres y mucho menos las creencias personales de cada uno, lo único que he intentaba es conocer, saber, reflexionar… Si Cristo nació en esa fecha, ¿por qué se hizo así? ¿por qué nació en una cueva? ¿por qué se le llevan regalos? Y ¿cómo las celebramos nosotros: dándonos regalos, con grandes comilonas, velas, etc…? Bueno pues… ¿qué malo hay en que investiguemos un poco?. Hice un pequeño cuadernillo, como siempre, en el que intentaba reflejar algunas costumbres, fiestas y tradiciones que ya se celebran por esa fecha. Nuestro amigo Caesaris nos contaba en una carta como celebraban los romanos su Saturnalia, qué era y qué hacían. Después, nos fuimos a la legendaria persa a conocer al dios Mitra y como fue su nacimiento en una cueva; y por último, intentamos acercarnos a saber qué ocurrió el 25 de Diciembre cuando nació Cristo. Nuestra tarea era muy compleja pero descubrimos que muchas de las cosas que hacemos ahora por estas fechas, ya se hacían antes: las comilonas navideñas también las hacían nuestros amigos los romanos para honrar a Saturno, se daban regalos y estaban con sus familiares y amigos. Cristo al igual que Mitra nació en una cueva el 25 de Diciembre y las velas y antorchas, símbolo de la luz, era normal en esa noche que, además de ser la más larga del año, se da el solsticio de invierno y la venida del Sol Invictus.