Este mes tenemos el privilegio de entrevistar a Javier de la Cruz. Doctor en Historia Contemporánea por la Universidad de Valladolid y diplomado en Ciencias Religiosas por la Universidad de Comillas. Profesor de Enseñanza Secundaria en el área de Ciencias Sociales. Su tesis doctoral versó sobre el poder local en Palencia entre 1808 y 1936. Un honor acercarnos a la historia de Palencia de su mano.
La Huella Románica: Javier, ¿cómo surge la idea de dar forma a la historia de Palencia en un libro?.
Javier de la Cruz: El proyecto surge a partir de una colaboración anterior con la editorial Aruz. Su responsable, Wifredo, me encargó un artículo sobre las guerras carlistas en el norte de Palencia.
Una vez terminado y publicado ese trabajo en la revista de Historia de la montaña palentina, me propuso este proyecto, siguiendo el modelo de los artículos que, de forma esporádica, venía publicando en Diario Palentino. A partir de ese momento empezamos a trabajar para diseñar el contenido del libro, pensando en una serie de temas locales, con un estilo narrativo y cercano al gran público, que abordasen la historia contemporánea pero que, además, reflejasen la evolución histórica de la ciudad en esos años. Fue una tarea ardua en la que barajamos muchos temas, descartando otros tantos, tratando de buscar un equilibrio entre las cuestiones a abordar
La Huella Románica: Actualmente proliferan las series centradas en temas históricos, ¿consideras que son un buen formato para acercar la historia a todos los públicos?
Javier de la Cruz: Creo que sí, y que hacen una buena labor para acercar la historia al gran público. Siempre cuentan con el hándicap de la fidelidad histórica, donde es difícil mantener un adecuado equilibrio. Una cosa es tomarse licencias necesarias en beneficio del interés de la trama de la serie, y otra modificar la realidad o dar una visión errónea. No obstante, las últimas series de temática histórica han sido muy respetuosas con la realidad histórica. Aunque aquí el público tiene un papel activo ya que a él le corresponde distinguir y saber que no es lo mismo la serie “El Ministerio del Tiempo” o “Aguila Roja”, donde la fidelidad a los hechos históricos no es tan relevante, porque no es el objeto de la serie, que otras como la aclamada “Isabel”, donde ese aspecto se ha cuidado mucho más. En cualquier caso el reto es para los historiadores: ¿cómo aprovechamos ese “tirón” que han generado las series, -además de la novela histórica-, para hacer que la historia vuelva a ocupar un lugar en las bibliotecas de los palentinos y forme parte de las lecturas que se realizan por placer?
La Huella Románica: La historia y el patrimonio van unidos, ¿qué lugares recomendarías a todo aquel que quiere visitar nuestra provincia?.
Javier de la Cruz: Más que lugares concretos, propondría rutas. Creo que nuestra provincia es un espacio por el que viajar, más que en el que detenerse en un sitio concreto. No tenemos un espacio que concentre una parte importante de nuestro patrimonio, a diferencia de los grandes museos de ciudades como Madrid, Barcelona, pero tenemos, como dice el título de una página de Facebook dedicada a la provincia de Palencia, un “gran museo al aire libre”. En este sentido yo recomendaría hacer la ruta del románico palentino, recorriendo el norte de nuestra provincia. Es interesante descubrir también, el rico patrimonio mudéjar de Tierra de Campos y dejarse mecer por el sonido del órgano ibérico de muchas iglesias terracampinas, instrumento único del que conservamos la mayor y mejor colección, ubicados, además, en su espacio original. Habría que diseñar y potenciar una ruta del gótico palentino que recogiese la arquitectura, la escultura y la pintura, cuyo epicentro sería la catedral palentina y parte de las obras conservadas en el museo diocesano. Tenemos un inmenso y abundante patrimonio arquitectónico, escultórico y pictórico. Cada pueblo y cada templo, encierra auténticas joyas. Recorrer la provincia de Palencia es una actividad que los palentinos deberíamos practicar más, además de una oportunidad para conocer el arte y su evolución “en vivo”. Pero, por destacar un lugar, a mí, el que más me enamora es la portada románica de Moarves de Ojeda. Creo que es un espacio capaz de ejercer una fascinación singular, no sólo por la calidad de su labra, sino también por el color de la piedra.
La Huella Románica: ¿Por qué eliges el período comprendido entre 1808 a 1935?.
Javier de la Cruz: Por un lado porque uno escribe sobre lo que conoce y ese es mi ámbito de conocimiento e investigación ya que me doctoré en Historia Contemporánea, con una tesis sobre el poder local en Palencia en esos años, estudiando las personas que ocuparon el poder, cómo lo ejercieron y la incidencia que tuvo en el desarrollo de nuestra ciudad. Parte de ese trabajo, así como algunas de las publicaciones, se pueden ver en http://alcaldespalencia.es. Por otra parte porque, el muchas veces denostado y criticado siglo XIX, ha marcado el devenir de nuestro país y ha condicionado nuestra realidad actual, no sólo en el plano nacional, sino también en el local. Es un siglo poco conocido por los ciudadanos. Es difícil entender nuestra sociedad actual sin conocer este pasado cercano, que es el responsable de buena parte de lo que nuestra ciudad y sus gentes son actualmente.
La Huella Románica: Seguro que nuestros lectores quieren saber qué se van a encontrar al abrir tu libro, ¿nos puedes dar un pequeño adelanto?
Javier de la Cruz: Lo que van a encontrar es un conjunto de veinticinco artículos referidos a nueve acontecimientos históricos, ocho espacios/edificios y ocho familias/personajes. Cada historia es una excusa para desarrollar una realidad histórica, como la incidencia de la guerra de la Independencia, el carlismo, la primera república, etc… También se aborda la reconfiguración urbana tras la llegada del ferrocarril, los intereses políticos en la construcción del Salón, Plaza de Abastos o el Puente de Hierro, la situación y evolución económica de la ciudad a través de las familias Martínez Azcoitia, Fuentes y Casañé y su vinculación con la política, y el universo cultural y ético que reflejan la vida del último esclavo de Palencia, Trinidad Arroyo (y la concepción de la mujer y la femineidad) o Carlos Casado del Alisal (y el prototipo de persona de éxito). Es una especie de puzzle, en el que cada pieza es independiente pero que, juntas, retratan y explican una época y una ciudad, en este caso Palencia. Además el lector se va a encontrar con más de 100 imágenes antiguas de la ciudad, así como planos e imágenes actuales, lo que hace que el libro resulte muy atractivo, contando, además, con una cuidada maquetación y una gran calidad de papel. Cada artículo puede ser leído sin depender del anterior, por lo que se puede empezar por el capítulo que uno prefiera. Además las historias son breves, no superando ninguna las dieciocho páginas, fotos incluidas, por lo que, cualquier hueco, se convierte en una oportunidad para ejercitar la lectura y acercarse a la historia de Palencia.
La Huella Románica: ¿Crees que los palentinos y palentinas somos conscientes de la gran historia que tiene Palencia?.
Javier de la Cruz: Creo que no. Recordamos algunos hechos muy repetidos, que tienen parte de leyenda y parte de realidad, pero no conocemos en realidad nuestra historia. Y creo que, en parte, es responsabilidad de los historiadores. Tenemos que ser capaces de acercar la Historia a la ciudadanía en general. Afrontar el reto de “narrar” la historia de una forma cercana y amena, pero a la vez con rigor y seriedad, explicando y ayudando a comprender el trasfondo de cada acontecimiento, los elementos que lo componen, sus relaciones, causas y consecuencias, de una forma didáctica y asequible. Este ejercicio no resulta sencillo porque, como en muchas otras disciplinas científicas, los investigadores estamos más acostumbrados a compartir el resultado de nuestro trabajo con otros científicos, en nuestro caso historiadores, que con el público en general. Resulta a veces incomprensible que la Historia, siendo atractiva e interesante para mucha gente quede, después del esfuerzo que conlleva una investigación, de nuevo arrinconada en las estanterías, sin que llegue al gran público. Tenemos pues, los historiadores, un enorme reto al que dar respuesta y que no podemos ni debemos rehuir, con todos los riesgos y dificultades que conlleva.
Desde «La Huella Románica» queremos dar las gracias a Javier de la Cruz por su labor para acercarnos la historia de Palencia. Es un privilegio que personas como él nos permitan descubrir un mundo tan apasionante.
Eternamente agradecidos.